Retrato de Walter Serner, 1916
Retrato del pianista Joseph Pembaur, 1922
Retrato del Papa Pío XI, 1925
Autorretrato con modelo, 1927
Retrato del poeta Ludwig Baumer, 1927
Retrato del compositor Joseph Matthias Hauer, 1927
Retrato del Conde St. Genois d'Anneaucourt, 1927
Retrato del Dr. Haustein, 1928
Retrato de Egon Erwin Kisch, 1928
Kinderbild Hans Joachim Zimper, 1945
Lógicamente, el primer retrato antecede a la Nueva objetividad y sirve de pórtico para contextualizar el origen y el devenir de la obra de Christian Schad.
ResponderEliminarEnhorabuena. Impresionante blog. Te seguiré con asiduidad.
ResponderEliminarMuy agradecido, Ezra, por tus palabras, me alegro de que te guste. Espero tus visitas y comentarios.
ResponderEliminarUn saludo.
El arte durante la República de Weimar sigue poseyendo una fuerza impresionante.
ResponderEliminarMuy cierto, por eso no es de extrañar que luego los nazis calificaran la mayoría de este arte como degenerado. Muchas gracias por tu visita y comentario.
ResponderEliminares degenerado por ser tan realista y tan poco a la vez. es fantástico.
ResponderEliminarme gusta este blog.
Muchas gracias, 903194, me alegro de que te guste. Espero tus visitas y comentarios.
ResponderEliminarUn saludo.