Capriccio, a Palladian design for the Rialto Bridge with Buildings at Vicenza, 1740
Capriccio. The Grand Canal with an imaginary Rialto Bridge and other Buildings, 1740
Capriccio con progetto di ponte palladiano a Rialto, 1742-1744
Capriccio. The Ponte della Pescaria and Buildings on the Quay, 1742-44
Capriccio. The horses of San Marco in the Piazzetta, 1743
Capriccio of the Rialto Bridge with the Lagoon Beyond, 1747
Capriccio. The Rialto Bridge and The Church of S. Giorgio Maggiore, 1750
8 comentarios:
Canaletto...me gusta, pero en el fondo es el inventor de las postales para turistas (y ya sabes lo que opino del turismo de masas)
Feliz año
yo creo que es un gran pintor; el primero o de los primeros que vio belleza en el orden urbano, las calles, las fachadas, los transeuntes... no obstante para mi gusto es demasiado frio, demasiado lineal;
un saludo
Altamente interesante ese collage arquitectónico sin el más mínimo pestañeo estilístico! Canaletto conceptual!
Me lo apunto.
Saludos, Mr. Firefly.
Cierto, es uno de los impulsores de la autonomía de las 'vedutas' como 'postales', quizás frías o lineales, pero lo cierto es que también apunta una visión o una creatividad más allá de la 'realidad' que resulta muy refrescante y 'moderna', por su cercanía con el collage o el pastiche, como apunta Madame B.
Muchos saludos y felices años!
Apareció muy recientemente en EL PAÍS un interesante artículo de Rafael Argullol, en el que habla acerca de la reconstrucción de ciudades después de la Segunda Guerra a partir de pinturas de Canaletto. Sin duda, me parece que la intención de estas pinturas era registrar una vista y, sí, ofrecérsela a foráneos como una muestra del esplendor de la Ciudad.
Me pregunto si los reconstructores de Ciudades a partir de la pintura de paisaje urbano no tomaron como cierto aquello que no era más que Capricho de pintor. Interesante fusión sería ésta.
Saludos y feliz año!
Otto C.
Sí, esa precisamente es una de las cuestiones que plantean estos cuadros. La fusión entre una apariencia de realidad y precisión junto al despliegue simultáneo de la ficción más absoluta y velada (o no).
Saludos y feliz año para ti también, Otto.
La serena arquitectura de la Serenísima Grande Putana, creo que es imposible no identificar su obra, Venecia y Canaletto, Canaletto y Venecia, el matrimonio perfecto.
Desde luego que decir Venecia es mentar a Canaletto (aunque La Serenísima también disfrute de otros amantes: Turner, Guardi...)
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