Siempre he vivido en la ciudad y casi todos los días me pregunto cómo es posible que, siendo el hombre como es, egoísta e imperfecto, día tras día todo funcione más o menos correctamente. Que haya luz y agua corriente, alimentos en el supermercado, que funcionen los transportes, los servicios públicos, que se vea la televisión y se oiga la radio... Siceramente, me asombra y me maravilla.
Sospecho que para que todo esto que llamamos sociedad funcione tiene que haber gato encerrado; dado que formamos una colmena o un hormiguero debe existir una mente maestra, alguien detrás que maneje los hilos.
1 comentario:
los impuestos, el dinerito.
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