Sólo los hombres iguales pueden ser libres y sólo los hombres libres pueden ser iguales. Como hay necesariamente poder en la sociedad, aquellos que no participan de ese poder bajo un régimen de igualdad, se encuentran sometidos al dominio de aquellos otros que participan de él y lo ejercen; no son, en consecuencia, libres -incluso si tienen la ilusión idiota de serlo porque hubieran decidido vivir y morir idiotas, es decir, como simples individuos en estado de privación (idioteuein)-. Y esta participación -se trata evidentemente de uno de los puntos en que el movimiento obrero ha llegado más lejos que la democracia griega- sólo puede ser igual si lo son las condiciones sociales efectivas y no exclusivamente jurídicas, hechas para todos.
Cornelius Castoriadis, La exigencia revolucionaria, Acualera libros, 2000, p. 29. Trad. David Monteira.
7 comentarios:
yo no le he leído "ná" a este señor, me advierto, antes de decir que La igualdad , = ,es una hermosa bandera esgrimida para cometer los peores atropellos en la historia de la civilización, y de manera general y zafia, se le añade otra con parecida significación, La libertad. Esgrimir las dos al mismo tiempo y hacerlas ondear después con los adjetivos que las unifican o las hacen nacer una de otra es un ejercicio asumible profesionalmente hace 50 años (estaba bien visto) y heroico hace 250, pero vomitivo en estos tiempos.
La equivalencia, <=> , Aún no la ha esgrimido ningún teórico, y resulta más accesible para poder aproximar "lo que es" a "lo que debe ser" en todo lo humanO.
Buen finde
Creo que te equivocas, las banderas que se han esgrimido a lo largo de la historia para cometer los peores atropellos son precisamente sus antagonistas: la 'superioridad' (sea la de occidente o la cualquier otra civilización o cultura), la evangelización y otras semejentes.
La exigencia de igualdad y de libertad siguen siendo demandas esenciales y plenamente vigentes tanto hoy como hace 222 años.
Igualmente.
No se puede decir mejor, hablo de Castoriadis, pero también de tu respuesta. Hay que releer a ciertos clásicos en lugar de prestar oidos a tanto claboracionista socialdemócrata en campaña permanente
Sobre tu coemntario en mi blog:
Tu misteriosa referencia 'benjaminiana' creo que se refiere a este excelente libro de varios que leí con provecho hace tiempo:
Ante el tiempo
historia del arte y anacronismo de las imágenes
Autor Principal: Didi-Huberman, Georges
Confírmámelo o sácame de mi error
Sí, te respondí en 'Periquitos', me refería a ese mismo libro.
Saludos
no sé si este podría ser un cierto clásico
http://www.historia-del-arte-erotico.com/Plinio_el_viejo/libro3.htm#6-2
"..dar al hombre el poder de llegar a un acuerdo,"
a mi me "suena" el mensaje.., por las mismas fechas ondeando la misma bandera estaban masacrando a 100.000 británicos el imperio Romano, (cifras estimadas)
Con la misma bandera esgrimida en los informativos, ha aplastado, ¿Occccccidente? hace muy poco a los Libios.
Incluso la libertad de pensar de "lo que parece" a "lo que es" pasado por un tamiz de la "exigencia revolucionaria, o, democrática" que todo es poner nombres que suenen bien en el momento, luego, es difícil de sostener cuando se separa a los pocos años de la manipulación "necesaria para lograr el fin", ya que hemos partido del supuesto que todo es una ilusión idiota, hemos llegado al fin, al mismo sitio.
Pero,quedan las banderas de igualdad y libertad en todos los casos llenas de mierda, y rojas de sangre. Sangre anónima "necesaria para lograr el fin",
Castoriadis no puede esgrimir los principios anarquistas (permítame el término) y luego, bajo una "exigencia necesaria de revolución", entregar estos pensamientos para someterles su voluntad a los individuos por las personas "elegidas"
¿Por qué estos van a lograr que dejemos de ser (idioteuein)?
¿Qué tal si votamos las leyes directamente a ver que pasa, y suprimimos a los "elegidos"?
Castoriadis es el mismo perro pero con distinto collar, pienso, aunque profundamente preocupá por que sea esto síntoma de idioteuein, o "troll"ería
Estás planteando un debate paralelo a propósito del (mal)uso -hipócrita- que desde el poder se ha hecho históricamente de los conceptos 'libertad' y/o 'igualdad'.
Pero esta no era la cuestión. Lo que Castoriadis expone es una crítica a ese mismo 'poder' que se resuelve con la igualdad y una participación en términos iguales. Castoriadis pone de manifiesto que esta igualdad sólo se puede dar 'si lo son las condiciones sociales efectivas y no exclusivamente jurídicas'. Es difícil ser más claro, a menos que uno se encuentre en 'estado de privación'.
Además, precisamente Castoriadis es uno de los defensores del 'asamblearismo' y de los que propugnan la supresión de los 'elegidos'.
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